Archivo de la etiqueta: Cuaderno de bitácora

Bahía de Kekova

Una vez que dejamos atrás los bonitos (y superturisticos) pueblos de Kalkan y Kaş, y tras pegarnos unos chapuzones en sus aguas turquesas…

nos encontramos con el impactante paisaje de Kale (Demre) repleto de invernaderos. Para descansar un poco del día nos fuimos a la playa para tomar un té, acto seguido aparecieron en escena…

dromedarios en Kale

Para cambiar de aires nos fuimos a la cercana Bahía de Kekova (06/05). Nos encantó el lugar, con la puesta de sol sobre los sarcófagos con forma de barca con la quilla mirando al cielo…

Por esta zona abundan las construcciones funerarias, tan bonitas y originales como las de Kekova, o como las tumbas excavadas en las rocas en Myra.

tumbas de Myra cerca de Demre

A la mañana siguiente visitamos un pequeño astillero familiar (allí trabajaban todos: la abuela, los niños, los padres,…) donde se construyen las típicas embarcaciones de madera de ésta zona.

director de producción

en proceso de construcción

Es increíble ver como esta gente consigue unos acabados tan buenos y un trabajo final tan profesional con unos métodos tan rudimentarios…

Ölüdeniz

Con ganas de llegar otra vez a la playa cruzamos varias montañas,

hasta llegar al valle de las mariposas.

Olüdeniz es otro circo turístico, lleno de «camping-resorts» con playas privadas en la laguna marítima más bonita de Turquía. Nosotros encontramos nuestro huequito apartados de los guiris.

Fuímos a contracorriente y pudimos hacer los paseos solos por las montañas disfrutando del atardecer con las famosas islas de Fethiye de fondo.

Pamukkale

Hicimos noche en las ruinas de la basilica de San Juan Apostol en Selçuk, al lado de un nido de cigüeñas.

Nuestra intención era ir a las ruinas de Efeso pero finalmente nos echamos para atrás, y nos dirijimos hacia los castillos de algodón, de los que tanto habíamos oído hablar.

Menuda desilusión, pensábamos que sería un lugar salvaje en el medio de la naturaleza y en realidad era un circo para turístas. Está lleno de hoteles, hostales y spas que se llevan el poco agua que emanan  los castillos de algodón para sus instalaciones, y donde ya no es posible bañarse en las piscinas naturales. Si te quieres bañar lo puedes hacer en la antigua piscina romana, pero para esto hay que pagar un extra que se ha de añadir a la ya de por sí cara entrada del recinto. Total, que hicimos unas fotos nuevamente desde la barrera, y nos marchamos desilusionados.

Massimo, questo non è quello che era anni fa, un vero peccato!

Izmir

Llegamos a Izmir y nos pusimos a buscar como locos la lonely planet de Turquia que llevabamos buscando desde Grecia. Era 1 de mayo, pensabamos que todo iba a estar cerrado y que va, aquí trabaja todo el mundo, todos los comercios abiertos y muchisima gente en la calle. De librería en librería fuímos descrubriendo la ciudad. Izmir es una ciudad muy moderna, con muchos espacios verdes,

un paseo marítimo infinito,

gente jugando al backgammon y fumando en narguiles en los bares…. una ciudad muy viva.

Conseguimos nuestro objetivo, finalmente optamos por la guía de Oriente próximo, que incluía más países que a lo mejor también podríamos visitar.

Pasamos el fin de semana por los pueblos de la bahía de Imir disfrutando de las playas

y comprando fruta y verduras en los magníficos mercados turcos.

El lunes volvímos a Izmir para cumplir nuestro siguiente objetivo: cambiar el filtro y aceite de la furgo. Fue todo una aventura y experiencia inolvidable. De camino al centro en busca de talleres, de repente aparece un hombre en la acera levantando las manos y haciendo señas para que parásemos, le hicimos caso y paramos. Nos quería ayudar fuera como fuera, el tio hiperactivo (parecía la hormiga atómica) sólo hablaba dos palabras de inglés pero nos entendimos… bueno, en realidad sólo entendimos “Volkswagen service” y nos pareció suficiente. Entonces se montó en la furgo con su caja de herramientas y nos llevó al taller de su colega, que parecía un hombre más tranquilo y nos transmitió más confianza que la “hormiga atómica”. Mientras hacían el trabajito en la furgo, nos invitaron a té, nos dieron nísperos… en fin, nos trataron como reyes.

Después de pagarle a cada uno lo suyo (la hormiga atómica también se llevo comisión), nos quedamos paseando por la ciudad y descubrimos su otra cara: la de los bazares laberínticos,

los ruidos y los claxon de los coches, las impactantes llamadas de las mezquitas, los coloridos y aromáticos puestos de especias, frutos secos,

deliciosos pastelitos con çai,

simpáticos vendedores, niños con uniforme, mujeres con velo…

Bergama

Íbamos a ver las ruinas pero lo que más nos gustó fue el ambiente local. Toda la gente en la calle,

el dia a dia en Bergama

mercados de fruta, hojalata, especias, zapatos, móviles, kebaps, alfombras,

alfombras de todo tipo y colores

mezquitas… y cualquier cosa que te puedas imaginar.

Las ruinas también eran muy bonitas,

Teatro y acrópolis de Bergama

aunque en realidad lo mejor de las ruinas de Pérgamo está en el Pergamon Museum de Berlín…

Continuamos por la carretera a la vera del Egeo sin saber muy bien donde parar, hasta que vimos una caravana suiza y empezamos a seguirlos, esta gente sabe a donde va.

Llegamos a Çandarli (30/04).

Allí perdimos a los suizos de vista y nosotros nos quedamos encantados con el pueblo, que era lo que nosotros habíamos buscado en Akçay con tan mala suerte.

Türkiye (Turquía)

El 27 de Abril bien prontito cruzamos la frontera de Turquía. Después de pasar todos los trámites necesarios fuimos a Ipsala donde creíamos que había una oficina de turismo… pero lo que allí había era un hombre que lo sabía todo, datos exactos, kilómetros, precios… para que iban a necesitar una oficina de turismo!!? Allí se nos acercaba todo el mundo, todos querían ayudar. Un músico con su hija pequeña iban en la misma dirección que nosotros, así que se subieron a la furgo y nos fuimos todos hacia Gelibolu, fue un viaje divertido.

Continuamos hacia Eceabat y cruzamos el estrecho de los Dardanelos con el ferry hasta Çanakkale.

a bordo

Fuimos a ver el caballo de Troya, pero los precios en Truva eran demasiado altos para nosotros… lo vimos desde la barrera.

En Behrmakale están las ruinas de Assos, muy turísticas pero con unas vistas increíbles de la isla griega de Lesvos.

Al fondo en la parte izquierda de la imagen Lesvos

Continuamos por la carretera bordeando el golfo de Edremit hasta llegar a Akçay.

Creíamos que era el típico pueblito pesquero de Turquía… pero nada más lejos de la realidad, aquello era como Benidorm pero con turismo local elevado a la enésima potencia.

Nos calló la noche y no encontrábamos donde dormir, así que aparcamos cerca de unas viviendas que parecían bastante tranquilas. Dormimos con un ojo abierto y otro cerrado. Por la mañana nuestras nuevas vecinas nos acogieron con los brazos abiertos, nos ofrecieron çai y con una sonrisa de oreja a oreja, vaya alegría!

Saliendo de Ελλάδα (Grecia)

Ya con la mente puesta en Turquía nos pusimos a hacer kilómetros en línea recta y sin tantas paradas como solemos hacer. Fuimos por la autopista, que la verdad, nos salió muy barato y nos permitió avanzar muchísimo.

Pero después de comer en la playa de Almiros saltó la alarma del agua de la furgo… Paramos, comprobamos el nivel y la temperatura del motor. Como parecía que estaba todo en orden decidimos continuar. Pero unos kilómetros más tarde volvió a saltar la alarma. Era de noche, así que paramos a dormir en el primer pueblo que encontramos.

Después de estudiar detenidamente el problema, nos dimos cuenta de dos cosas: el depósito principal de agua estaba al mínimo y el secundario-auxiliar (que es donde se mira el nivel del agua en esta furgo y que nosotros controlamos cada día) estaba al máximo y además tenía una capa de moho y demás seres vivos (probablemente debida al anticorrosivo que echamos Grosseto) que obstruía la comunicación entre los dos depósitos. Con toda esta información decimos cual sería nuestro “PLAN DE ATAQUE”.

A la mañana siguiente fuimos a Larisa. Compramos 4 litros de agua destilada y buscamos un descampado donde poder ponernos manos a la obra.

Desmontamos el depósito secundario-auxiliar y el conducto que lo comunica con el principal. Los limpiamos hasta dejarlos niquelados (que asquito!!!).

Un hombre que nos vio desde la carretera se ofreció a ayudarnos, pero ya lo teníamos todo bajo control.

Y como recompensa por el buen trabajo…

chuletón de troncosaurio

Con la furgo a punto recorrimos kilómetros y más kilómetros, rodeando el Monte Olympo y disfrutando de Nea Peramos

Nea Peramos

y Alexandroupoli,

Alexandroupoli

hasta llegar a nuestra siguiente frontera.

Αθήνα (Atenas)

Nos levantamos pronto (21/04) para aprovechar bien el día. Rober se afeitó un poco, para parecer más juvenil…

Fuimos al camping y acto seguido al centro de la ciudad.

La visita a los principales monumentos era gratis para estudiantes… jeje.

Estuvimos once horas pateando la ciudad: la Acrópolis, los teatro de Dionisio y el de Herodes Atico, los ágoras antiguo y romano, los barrios de Plaka, Sintagma, Monastiraki…

Teatro de Dionisio

Pórtico de las Cariátides

de fondo el Partenón

Stoa de Attalos en el ágora

Templo Hefestión

Las vistas de la ciudad desde el Partenon son impresionantes. Atenas es enorme.

vistas de la gran ciudad

Paseamos por el mercadillo de Monastiraki, que nos recordó mucho a los flohmarkt de Berlín.

Nos pegamos un homenaje de gastronomía griega en el encantador Café Avyssinia, estaba todo bueníiiisimo.

eligiendo menú en Plaka

Aprovechando que estábamos en la gran ciudad y que es el principal puerto del país, fuimos a un par de agencias de viajes para ver si podíamos llegar a Turquía en ferry y así ahorrarnos unos cuantos kilómetros… pero la cosa estaba complicada. Primero por la incompetencia de algunas personas… y segundo por el precio, que era de coña: Atenas-Chios 14horas 180€ (precio más o menos asequible), Chios-Çesme (Turquía) 30min 220€ (¿cómo???). Total, que decimos ir por carretera.

Κόλπος Επίδαυρος (Golfo de Epidavros)

Echamos una siestecita en Iria (19/04) y cruzamos otra cadena montañosa hasta que llegamos al golfo de Epidavros. Por el camino el paísaje era de lo más griego, vimos las típicas iglesias con cúpulas bizantinas, cruzamos aldeas, cultivos de frutales, campos de amapolas, más olivos…

Nos adentramos en la pequeña península de Methana en la que había aguas termales y cheiraba a pedo que echaba pa’trás. Más que una península, parecía una isla a la que costaba mucho llegar. Las curvas y la señalización no ayudaban.

Descubrimos la pequeña aldea pesquera de Vathi en la que pasamos la noche tan ricamente…

Vathi

Pasamos por Korintheo fugazmente para que Rober consiguiera su “carnet universitario” (para futuros descuentos en las siguientes visitas…), atravesamos el estrecho y pusimos rumbo a Athina.

Μάνη (La península de Mani)

Aquí fue donde empezamos a encontrar lo que nosotros esperábamos de Grecia. Joroña que joroña!!!

Montamos campamento en la playa de Kardamily.

Nos dimos nuestro primer baño (para Rober era el segundo).

Conocimos a Grace y a John, otros furgoneteros ingleses recorriendo Europa, muy simpáticos, nos cayeron muy bien. Pasamos la noche bebiendo cervezas, comiendo aceitunas, queso y pan y riéndonos mucho de las anécdotas de nuestros respectivos viajes…

También tomamos nuestro primer frappé. Qué bueno, qué fresquito!!

Dos días después volvimos a la carretera.

En Dirous (15-16/04) vimos unas cuevas llenas de estalactitas y estalagmitas.

Dormimos en la playa que estaba al lado de la entrada a la cueva. En realidad sólo parecía que estaba al lado, y nos costó bastante llegar. Tuvimos que preguntar muchas veces antes de encontrar el camino de cabras que nos llevaría a aquella playa tan estupenda. Como siempre, en todos los mejores lugares, ya había un par de caravanas alemanas…

A partir de aquí se empiezan a ver por el camino las casas-atalayas con sus torreones para divisar al enemigo…

Paramos en Gerolimenas, pueblo pesquero bastante pequeño y muy acogedor.

Y de repente detrás de una curva…

Bajamos para verlo de cerca. Madre mía! Pasamos la noche a su lado…

Al día siguiente atravesamos varias cadenas montañosas sin apenas civilización, con unos paisajes llenos de vegetación y súper salvajes, eso sí con un montón de curvas y grandes pendientes en la carretera.

Llegamos a la costa y continuamos dirección al golfo de Argolikos,

dimos con pueblitos pesqueros encantadores, en uno que nos gustó mucho paramos e hicimos el intento de pegarnos un baño ¡menudo calor! pero al bajar a la paralía vimos que estaba lleno de medusas y erizos, una pena! Pero no en vano seguimos en busca de otra playita para poder pegarnos el chapuzón tan esperado y nos encontramos con esta otra….

Menuda tarde y mañana tan bien que pasamos…. Estábamos solos!!! Y aunque alguna que otra medusa había pudimos refrescarnos!!

Llegamos a Nafplio, subimos al castillo después de cientos de escalones….

y menuda panorámica!!

Casco antiguo acogedor lleno de turistas griegos donde pasamos la tarde tranquilamente. Sandra se compró un gorrito de paja, menudos calores en Grecia!! Esa noche la pasamos en el parking del puerto, acompañados sin exagerar de unas 8 caravanas más… hubo dudas si vendría la policía para a echarnos a todos pero al final no hubo ningún problema!

Al día siguiente saliendo de Nafplio con idea de continuar recorriendo el golfo Argolikos, empezamos a escuchar un ruido extraño en la furgo, concretamente en la parte trasera… para averiguar más de donde provenía el dichoso ruido, mientras uno conducía el otro corría al lado para ver de donde era exactamente, menudo show! Al final vimos que era de la rueda derecha trasera… Hicimos lo que pudimos pero aún así seguía sonando, entonces decidimos de llevarlo a un taller. Fuimos a Argos, pueblo más grande que Nafplio a unos 10 km de éste. Allí nos arreglaron el problema, que resultó ser que con tanto bache se desmontó algo dentro del freno de tambor de una de las ruedas traseras (el chico no supo traducirnos el nombre de la pieza exacta) lo repararon y todo bien… menos mal que no fue nada importante. Mientras lo arreglaban, nos dedicamos a pasear por Argos hasta aburrirnos. Aquí probamos nuestro primer Gyros, buenísimo!!!