Slovenija

Después de haber visto las maravillas de Venezia decidimos que ya era hora de ir cambiando de país… ya llevábamos más de un mes en Italia y teníamos ganas de cruzar más fronteras y conocer países nuevos.

Así que nos fuimos hasta Tarvisio que es un pueblito italiano que hace frontera con Österreich y Slovenija. En Tarvisio había un metro de nieve y estaba lleno de esquiadores con la cara colorada.

Tarvisio

A la mañana siguiente cruzamos la frontera y pusimos rumbo al lago de Bled,

entrando en Slovenija

no sin antes parar en la segunda gasolinera que vimos (la primer nos pilló desprevenidos) para comprar una “vinjeta”. La vinjeta es una pegatina que te pones en el parabrisas y con la que puedes pasar por todas las autopistas sin pagar un duro. Nos pareció una idea estupendísima, no hay entrada en las autopistas y no tienes que pagar de cada vez te encuentras el peaje, pasas por la barrera como si fuera un telepeaje… con la diferencia del precio. La vinjenta de un año entero sólo vale 95 euros, la de una semana nos costó 15. Sólo pensar lo que te puedes gastar en un año en autopistas en España…

Bled es un pueblo con un lago glaciar que parece recién salido de un cuento de hadas. Pero no nos quedamos sólo con la imagen de postal: bajamos de la furgo y recorrimos los 6km de paseo alrededor del lago, parando cada 2 minutos para hacer una foto… después del paseito, comilona con vistas al lago desde la nube!!

lago de Bled

Esa misma tarde visitamos también Ljubljiana que es la capital. Una capital de unos doscientos mil habitantes en un país que no tiene más de dos millones. La ciudad es muy acogedora y mereció la pena la visita.

Ljubljana

Ljubljana desde el castillo

Después de visitar unos pueblitos más nos fuimos a Koper, hasta que derepente la correa del alternador empezó a hacer un ruido raro. Paramos a ver que pasaba… estaba a punto de romperse!! La correa se había destensado y no estaba bien colocada… Le quedaban dos kilómetros a esa correa… no podíamos ir a ningún lado en esas condiciones, además era domingo con lo que resultaba inútil llamar a una grúa… Tuvimos que esperar al día siguiente. La grúa nos llevó al taller del concesionario de Volkswagen y allí nos la cambiaron. Lo extraño es que esa correa se había cambiado hacía apenas cuatro meses… ¿algún experto tiene idea de lo que le ha podido pasar…? Los eslovenos no supieron encontrar una razón, o nosotros nos la perdimos en la traducción…